Hola.
Hace dos semanas Julian Assange, creador de Wikileaks, pidió asilo político a Ecuador, debido a un cuestionable cargo de abuso sexual con el cual Gran Bretaña extraditaría a Suecia al periodista que, en una triquiñuela, presumiblemente sería trasladado de inmediato a USA, donde sería enjuiciado por publicar documentos secretos de dicho país e, incluso, ser sentenciado a muerte.
Así, en lo que López Obrador definiría como el mundo al revés, los delincuentes enjuiciarían a las víctimas, dado que el único crimen que ha cometido Assange es muestrar la hipocresía de las relaciones internacionales de países como USA y la OTAN, así como desnudar las mentiras de los grupos de interés estadounidenses, que en complicidad con el Gobierno de USA cometen atrocidades sin sentido como las invasiones de Afganistán, Irak y Libia.
Ésto no es una novedad. Cada vez, y con mayor frecuencia y peligrosidad, nos encontramos con gobiernos de “Izquierda” y “derecha” que aplican las mismas políticas públicas, defienden el mismo modelo económico, y resultan igual de perniciosos para la sociedad, dificultando en muchas de las ocasiones la diferenciación entre ellos, creando algo que he denominado el unipolismo político.
¿Qué es el unipolismo político? Desde mi perspectiva, es un punto de convergencia en la ideología, o en la política aplicada, donde los gobernantes emanados de “Izquierda”, centro o derecha en las cada vez más decadentes “democracias”, no se diferencían entre sí debido al tipo de políticas y programas aplicados con la sociedad gobernada, y terminan siendo lo mismo. Mencionaré algunos ejemplos, para clarificar ésto.
El unipolismo político es un George Bush, cuyos orígenes tiene a la ultraderecha conservadora de USA, las empresas petroleras estadounidenses, y la industria armamentista detrás, contra un Barack Obama, primer presidente negro de USA, y cuyos orígenes son las minorías raciales y la clase trabajadora de USA. Sin embargo, a la hora de calificar cuestiones como política exterior, belicosidad, trato a los migrantes, y política económica no se diferencían uno del otro. La política exterior de ambos era injerencista (y ampliamente favorable a Israel, por cierto); la belicosidad es idéntica (Bush invadió Irak y Afganistán, y Obama invadió Libia, y amenaza con invadir Siria e Irán); el trato a los inmigrantes, sobre todo a los hispanos, en ambos gobiernos ha sido terrible; y la política económica sigue surgiendo (y cada vez con mayor agresividad) dirigida por Wall Street, las trasnacionales y el FMI. De la misma forma, podemos equiparar un José Luis Rodríguez Zapatero con un Mariano Rajoy, ó en el caso mexicano el neoliberalismo de Marcelo Ebrard con el de Enrique Peña Nieto.
Ya antes, en textos como Los dueños de la Historia (http://blog.hglc.org.mx/?p=1590) ó El neocolonialismo del Siglo XXI (http://blog.hglc.org.mx/?p=1864) he hablado de cómo se manipula la Historia para justificar las atrocidades de las grandes potencias coloniales, y de cómo estamos viviendo un colonialismo equiparable al de las potencias europeas de los siglos XVI y XVII.
¿Cuál es el punto central de éste análisis? Destacar que, salvo casos excepcionales, las ofertas políticas, bajo ciertos matices, vienen representando y terminando en lo mismo; los sistemas políticos “democráticos” son evidenciados cada vez más al mostrar que no son una democracia, sino estados oligárquicos autoritarios (y, en algunos casos, totalitarios) que, bajo la premisa de una democracia inexistente, organizan elecciones para legitimar el encumbramiento al poder de un gobernante (no importando el origen, pero predominantemente surgido de la clase dominante) que seguirá reproduciendo el orden y sistema imperante y predominante; y que el unipolismo político se impone cada vez con mayor peligrosidad, agresividad, fuerza y descaro en un intento de controlar todo (recursos naturales, humanos y materiales) y con ayuda de los medios de comunicación masivos (televisión, radio, periódicos; de ahí el interés de controlar el internet por medio de leyes como el ACTA), ya sea por la vía voluntaria (aceptación de gobernantes impuestos por medio de elecciones manipuladas y controladas), o por la vía forzada (militarizaciones, toques de queda, golpes de estado, invasiones).
Así, la cada vez mayor tendencia al unipolismo político amenaza regímenes que, pese a ser imperfectos, se goza con una mayor cantidad de libertad de expresión, de acción, y de participación, como lo es gobiernos donde la verdadera Izquierda gobierna, como lo es el caso de los gobiernos latinoamericanos, como los casos de Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil o Argentina, y es por eso que las grandes potencias amenazan a éstos gobiernos, que de una u otra forma no se ajustan a las políticas unilaterales globales, y que muestran que aún existe esperanza en éste mundo cada vez más uniforme y controlado.
Es por eso, tal vez, que Julian Assange escogió Ecuador para refugiarse ante el embate furioso de los gobiernos estadounidense y británico que, dicho sea de paso, sólo responden al interés supremo del imperialismo político, económico y social que ellos mismos controlan.
Saludos. Dejen comentarios,