Hola.
Durante medio año estuve sumido en el proceso electoral de la Coalición “Hidalgo Nos Une”. La vi nacer, la vi crecer, la vi madurar, y ahora la veo culminar su proceso. Fueron 6 meses duros, difíciles, donde tuvimos que batallar con todo y contra todos. Nos enfrentamos a aquellos que piensan que el PRD en Hidalgo es “su” franquicia, y con los que se creen amos y dueños de Hidalgo, los priístas.
Ésto, en su momento lo describí como una gran contradicción dialéctica, pues el sector progresista del PRD (y que simpatiza con el movimiento de López Obrador) se ha unido con los conservadores (el PAN) en torno a una precandidatura que es la única que promete realizar un cambio real en Hidalgo, contra la encabezada por José Guadarrama, que es la reproducción del sistema mismo, del PRI […]. Somos dos mundos diferentes, con dos pensamientos diferentes, y dos concepciones de mundo completamente diferentes, unidos para vencer el cacicazgo histórico del PRI. Sin embargo, por encima de las ideologías, considero que hay algo que es supremo a todo, y es el bienestar de la gente, la justicia social, y la libertad a la que aspiramos como sociedad. Ésa también es la otra cosa que nos cohesiona: la gente. No podemos ser tan irresponsables con la gente, como para condenarlas a no cambiar su destino y seguir sometidos al mal gobierno, a la corrupción, al cacicazgo, a la pobreza, a la miseria, y al destierro. (Legorreta, Héctor G. El comienzo de la gran contradicción dialéctica. Marzo 29, 2010. http://blog.hglc.asp25.com/?p=1146)
Ésa fue la tónica en la decidimos unirnos. Sin embargo, considero que en éste intento de cohesionar dos mundos diametralmente opuestos, Xóchitl Gálvez cometió muchos y muy diversos errores que, operativamente hablando, le costaron mucho a la hora de las urnas, y no porque no votara la gente: la gente se comportó muy muy bien. Sin embargo, le pegó porque lo operativamente hecho pudo haber cuajado mejor de haberse hecho otras cosas o de no haber confiado en cierta gente que cometió tontería tras tontería en la campaña. Es decir, hubo errores de Xóchitl Gálvez, y hubo errores de los responsables de cada área de la campaña. Explicaré el porqué y cuáles fueron los errores.
El primer error de Xóchitl Gálvez fue no haber respondido de inmediato los ataques de los otros aspirantes a la candidatura opositora, José Guadarrama y Francisco Xavier Berganza. Pasó más de un mes para que Xóchitl contestara los ataques de éstos dos personajes, y eso a sugerencia nuestra (del Colectivo de Izquierda Hidalguense, en la reunión celebrada en el Tephe con ella). Sin embargo, el daño ya estaba hecho: Guadarrama la tiró 20 puntos en las encuestas, y éste fue un daño irreparable. Xóchitl pudo remontar ésta campaña de desprestigio cxon hechos, pero no le alcanzó para remontar a Paco Olvera (oficialmente hablando: ésto no quiere dejar fuera la posibilidad del fraude electoral que en éste momento presumimos).
El segundo error de Xóchitl fue poner a gente donde no tenía que ponerla, o lo que es dicho de otra forma, no debió haber puesto a cierta gente en ciertos cargos. El primer gran error de Xóchitl en ésta materia fue haber importado a un coordinador de campaña de Baja California, que no tenía ni puta idea de lo que es Hidalgo. Y ya ahogado el niño, a tapar el pozo. Una semana después de haber comenzado la campaña, Oscar Pulido fue destituído como coordinador de campaña, y entonces el CEN del PRD envió a Jesús Zambrano. Zambrano no es tampoco hidalguense, pero tiene mucha experiencia en cuestiones electorales, por lo que la campaña retomó el rumbo después de ésto.
Otro error de Xóchitl con respecto a la gente fue haber dejado a Teódulo González como responsable de la estructura electoral. ¿Porqué? Por:
- Es una gente sumamente cercana a Guadarrama.
- No tiene ninguna experiencia en cuestiones electorales (en mapacheos y fraudes electorales si, más no en estructura electoral).
- Es hermano de quien impugnó la Coalición “Hidalgo Nos Une” (PAN, PRD, PT, Convergencia): Napoleón González.
- Es altamente repudiado dentro del PRD, debido a los antecedentes caciquiles de la familia González: Iraís González, su padre, fue uno de los caciques más fuertes de Hidalgo en el PRI en Huazalingo, de la altura de los Guadarrama, los Austria, los Rojo, los Fayad, y otras finas familias del Estado. Además, participó en los dos fraudes electorales aliado al PRI en contra de Fermín Gabino Brandy, actual Presidente Municipal indígena de Huazalingo. Es decir, le hizo fraude a un candidato de su propio partido: el PRD.
En éste sentido, ni la gente del PAN, ni del PRD, ni del PT, ni de Convergencia tenía la confianza suficiente para darle su estructura a Teódulo. Y ésto derivó en que cada partido armó su estructura electoral independiente del otro. Y cuando llegó el momento de juntarña, simplemente eso fue un desmadre. Entonces Teódulo pactó con el PT (partido minoritario de los que conformaron la coalición) que ellos hicieran toda la estructura electoral de Xóchitl, y en una actitud completamente sectaria, se hicieron los valientes y dejaron fuera a mucha gente de los partidos “grandes”, pese a que ellos sólo representan el 3% de la votación estatal. Así mismo, hubo huecos que “taparon” con gente del PRD y PAN sin avisar, es decir, no tuvieron la capacidad para armar la estructura electoral y, además, se “robaron” a gente de otros partidos y la hicieron pasar como suya. El resultado: un desmadre el d´ñia de la jornada electoral. Muchas casillas descuidadas (donde el PRI aprovechó la ausencia de representantes para “embarazar” las urnas, compra descarada de votos, mapacherías incluso de los funcionarios de casilla para beneficiar al PRI),
El tercer gran error fue con respecto a la promoción del voto. No hubo propaganda el día que arrancó la campaña, y no la hubo hasta una semana después. Así mismo, la propaganda se acabó dos semanas antes de la elección, y los últimos 15 días tuvimos que trabajar con muchas ganas y energía, pero sin propaganda.
Las “Casas Xóchitl”, un desastre. Se supone que éstas “Casas Xóchitl” eran casas de simpatizantes de la candidatura de Xóchitl Gálvez por todo el Estado. Les llevaban propaganda, y ellos tenían que distribuírla en su ámbito de acción. Pero la indicación que dieron desde la coordinación de “Casas Xóchitl” (una coordinación importada desde el Estado de México, por cierto) para darle la propaganda a la gente era que debían dar sus datos a cambio, para tener identificada a la gente que apoyaba a Xóchitl. Pero, si la gente no quería dar sus datos, no se le podía dar la propaganda. ¡Tremendo error! No le puedes condicionar una calcomanía, un vaso o lo que sea a la gente a cambio de sus datos. La gran mayoría de las Casas Xóchitl no hicimos ésto, pues se nos hizo una pendejada, pero hubo quienes si, y eso (considero) impactó en algunos votos menos.
Así mismo, el habernos quedado sin promoción del voto a la mitad de campaña (es decir, sin brigadistas), y ésto debido a que ya no alcanzó para seguirles pagando, ocasionó que la campaña se quedara desierta de brigadistas por lo menos una semana, después de lo cual los brigadistas existentes eran todos voluntarios. Aquí cabe aclarar una cosa: se les pagó a todos y cada uno de los brigadistas el tiempo que trabajaron, a diferencia de lo afirmado por el Revolucionario Institucional.
El cuarto error fue la cuestión de los Jóvenes con Xóchitl. Fue un acierto nombrar a Diana Vega (hija de Xóchitl) como responsable de la cuestión juvenil, pues al ser hija de Xóchitl y no pertenecer a ningún partido, no hería susceptibilidades en el sentido de que alguien del PAN, PRD o Convergencia fuera nombrado coordinador, y a su vez ponía a alguien neutral. Por otra parte, pusieron a una chava que no sabía nada de política, y que no podía detectar ciertas cuestiones que, en su momento, repercutieron en la campaña juvenil.
En éste sentido, las grillas existentes entre dos bandos existentes en la cuestión juvenil del PAN Hidalgo (con conflictos incluso más fuertes de los que existen dentro del PRD, y podría atreverme a firmarlo que así es) les dieron al traste al trabajo juvenil. Por una parte, el clan Yuseb Yong/Iván Becerra, y por el otro Carlos Ham/Giovani Severo/Francisco H León. Contaminaron al grupo con sus problemas, y nos ocasionó consecuencias serias en cuanto a la actividad.
Las grillas entre unos y otros nos afectó a los compas del PRD y Convergencia, principalmente, y ésto debido, a la labia, el oportunismo, el agandalle y las mentiras del clan Ham/Severo/H León. Primero, intentaron nombrarse coordinadores de “Jóvenes con Xóchitl” (pese a que existía un acuerdo para que el grupo fuera una dirección colegiada, con comisiones pero con la única coordinación general de Diana), y en más de una ocasión presionaron e intentaron convencer a Diana que así fuera. Sin embargo, dicho intento no fructificó.
Sin embargo, una situación personal entre Giovani y Diana inclinó la balanza, desde media campaña, definitivamente y hasta el fin de la elección. Y Diana se parcializó hacia el clan Ham/Severo/H León. Las cosas nunca volvieron a ser iguales. Y aunque los compas del PRD le organizábamos un evento con 1000 personas a Xóchitl en la Colonia La Providencia (Mineral de la Reforma), y a Diana dos eventos de 1500 personas en Ixmiquilpan y Chapulhuacán, Giovani Severo le organizaba eventos con 0 personas en Huichapan y Huejutla, y Diana nunca observó ésto, debido a su situación personal.
Además, debido a la influencia de Severo, Diana comenzó a sectarizarse, y no fue porque ella así lo quisiera, sino porque la influencia pesó. Y durante las últimas dos semanas de recorridos, prácticamente nos excluyó de toda actividad. Se agandallaron (y de una forma muy fea y cobarde) a la hija de Xóchitl, y la privatizaron políticamente hablando.
Finalmente (y ésto ya no fue error de Xóchitl), los “estira y afloja” dentro de la Coalición la reventaron desde un inicio. La convivencia PAN-PRD-PT-Convergencia nos enseñó que hay gente rescatable en cada uno de los partidos, y hay gente detestable también. Sin embargo, ésta gente detestable entorpeció mucho el funcionamiento de la Coalición. Además, los puntos de vista insalvables en cuestiones pragmáticas como el asunto AMLO-Calderón, el caso Luz y Fuerza, o incluso cuestiones más profundas ideológicamente hablando como la “mano invisible” o el papel de Iturbide en la Historia de México, mantuvieron una tensa calma en la Coalición. Algo así como la “Paz Armada” en los años previos a la I Guerra Mundial.
Fue muy difícil, y en algunos casos imposible, convivir con algunos panistas. Porque además de todo, querían agandallarse a la mayor cantidad de gente posible que milita en el PRD. Querían adjudicarse cosas que no les correspondían. Por ejemplo, el PRD se movilizaba y llenaba alguna plaza en apoyo a Xóchitl Gálvez, con 100% de gente del PRD. Llegaban los panistas, regalaban banderas del PAN, aprovechándose de que el PRD no tiene la capacidad económica para regalar tantas cosas en tantos eventos, y simulaban que la gente era de ellos. Así se repitió el esquema muchas veces, a lo largo y ancho del Estado.
Así mismo, el bloqueo de los medios de comunicación locales, aunado a que en algunos medios ni siquiera mencionaban la campaña de Xóchitl, o bien mencionaban a Xóchitl tramposamente como “Bertha X. Gálvez”, ocasionó que algunos sectores de la población estuvieran desinformados de dicha campaña, y votaron por el PRI pensando en que la transición estaba muy lejos.
Pese a todo lo anterior, la campaña funcionó ante la población, motivo que nos tiene inmersos en una resistencia frente a un fraude planeado y ejecutado desde el 4º piso de Gobierno del Estado, en beneficio de Paco Olvera. Veremos qué nos depara el destino a nosotros y a Hidalgo, durante los próximos días que seguramente serán de lucha y resistencia en defensa de un voto que ya anhela un cambio de una vez y para siempre en nuestro estado.
Saludos. Dejen comentarios.
Muy buen texto…de los mejores..que has publicado