La ilegitimidad de Felipe Calderón
Hola. López Obrador, en reiteradas ocasiones (y desde el 28 de agosto de 2006, fecha en que Andrés Manuel dio a conocer la convocatoria de la...
Hola. López Obrador, en reiteradas ocasiones (y desde el 28 de agosto de 2006, fecha en que Andrés Manuel dio a conocer la convocatoria de la...
En 1945, los estadounidenses tiraron sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki dos bombas atómicas, las primeras que el mundo haya conocido. 220,000 personas perdieron la día con dos explosiones nucleares (140,000 en Hiroshima y 80,000 en Nagasaki), lo suficiente para ser calificado como crimen genocida y de lesa humanidad lo hecho por Estados Unidos en Japón. Ésto terminó con la Segunda Guerra Mundial (y comenzó con el intervencionismo de USA en el mundo), y el Presidente de Estados Unidos no fue juzgado, apareciendo en los anales de la Historia como un “héroe”.
Los contratos suscritos por PEMEX el pasado jueves 18 de Agosto a empresas privadas para la operación de 3 campos petroleros en Tabasco son sólo el desenlace de aquella controversial (en su momento) y olvidada (actualmente) Reforma Energética que Felipe Calderón envió al Congreso para su aprobación en 2008. Éstos contratos suponen la explotación por parte de empresas privadas de3 campos petroleros (de los cuales 2 [campos Magallanes y Santuario] serán operados por la empresa británica Petrofac Facilities Management Limited, mientras que el Campo Carrizo será operado por la empresa mexicana Administradora en Proyectos de Campos), lo cual está expresamente prohibido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual sostiene en su artículo 27, párrafo 4º:
Era marzo de 1999. Francisco Barnés de Castro era Rector de la UNAM, y había mandado el día 15 una reforma al Reglamento General de Pagos, el cual aumentaba la cuota semestral de 20¢ a 2,000 pesos semestrales. Independientemente de que hubieran familias (como la mía) que no pudieran pagar semejante cantidad de dinero al semestre, lo cierto es que ésto era la antesala a la privatización de la UNAM.
He recibido comunicación de diferentes integrantes de la comunidad universitaria, que me han hecho énfasis en dos cuestiones de apreciación de mi texto anterior “La gasolinera de la UAEH”, por lo cual escribo éste texto para hacer y puntualizar las siguientes precisiones:
En su periódico El Independiente de Hidalgo, Gerardo Sosa Castelán no deja pasar un sólo día sin sacar la nota y la cuenta de cuántos días lleva su gasolinera cerrada.