Ing. Cuauhtémoc Cárdenas:
P R E S E N T E
Gran culpa por la cual estoy en el PRD actualmente, y en donde estoy desde hace 12 años, es de usted. Independientemente de mi ideología marxista, siempre tuve por usted una gran admiración. Mi bisabuelo anduvo hombro a hombro con su padre, el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, e incluso su padre le tenía gran estima a mi bisabuelo. Yo tenía 8 años cuando legítimamente ganó la Presidencia de la República, que usurpó Carlos Salinas de Gortari. Incluso, lo apoyé en 1994 (ya con más consciencia), en 1997 a la Jefatura de Gobierno de mi ciudad, la Ciudad de México, y en la campaña electoral del 2000, pese a estar en contra de su tercer candidatura presidencial.
Pese a todo, lo admiré mucho. Incluso, cuando hizo su berrinche en el VIII Congreso Nacional, y aún cuando no asistió a apoyar a Andrés Manuel el 7 de abril de 2005 en el mitin previo a desafuero, lo justifiqué. Me dió mucho gusto cuando lo ví con AMLO en la marcha del 24 de abril, y pensé que las cosas serían diferentes a lo que la Historia nos ha contado en éstos últimos 4 años.
Sin embargo, toda esa admiración se ha ido al caño. Y no nada más en mí, sino en millones de perredistas que hemos perdido el desencanto de su figura. Coincido en algunas cosas con usted en la carta que publicó el día de hoy, como el hecho de que debe renunciar toda la estructura partidista nacional, y que el partido ya no responde a los intereses a los cuales fue fundado el PRD.
Sin embargo, cabe hacer aquí algunas precisiones, y varias preguntas para usted.
- Usted renunció a sus derechos como expresidente del PRD el 28 de marzo de 2004, durante el VIII Congreso Nacional. Y a partir de entonces, parece ave de mal agüero. Cada vez que sale a la opinión pública del autoexilio político que usted se impuso, las cosas no son buenas para la vida interna del Partido. Usted dijo que a partir de entonces sería como cualquier otro militante más, y ésto no ha sido así. Por lo pronto, ésta carta no saldrá publicada en ningún medio de comunicación, y no me entrevistarán para pedirme mi opinión con respecto a la situación del PRD. Por lo tanto, no es otro militante más.
- Siempre que sale en los medios, es para hacer su palabra ley. Y como ésto ya no es así, se enoja y se emberrincha, como siempre. Se acostumbró al culto a su personalidad, y como ahora nadie lo toma en cuenta, se molesta. Sin embargo, usted es el único responsable de ésto.
- ¿Usted cree que sigue siendo el líder moral del PRD? Porque déjeme decirle una cosa. No es líder, porque obedece a sus propios intereses egoístas, y un líder nunca es así. Y más bien, en vez de ser moral, es inmoral, porque actitudes como las siguientes, no habla de una moralidad sino de una inmoralidad:
- No asistió a ningún acto de campaña de Andrés Manuel López Obrador durante la elección presidencial de 2006, pese a estar invitado.
- No apoyó a Andrés Manuel durante el proceso postelectoral, e incluso nos ofendió (y me ofendió, al estar yo en el campamento) al decir que AMLO se había equivocado, que esa no era la estrategia. ¿Cuál era la estrategia? ¿Ser timorato y traidor, como fue usted en la elección de 1988, donde negoció con Salinas?
- Legitimó a Felipe Calderón, sabiendo que más de la mitad de los mexicanos considerábamos que era un Presidente ilegítimo, y contrario a la voluntad popular.
- Durante la Resistencia en contra de la privatización de PEMEX, usted se desmarcó por completo del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo.
- Usted apoyó a Jesús Ortega durante la elección interna, tanto para Jefe de Gobierno como para Presidente del PRD, e incluso acompañó durante el proceso electoral de éste año a Jesús Ortega a varios actos en el país.
Entonces… ahora, ¿con qué calidad moral sale pidiendo expulsiones del Partido, cuando el primer expulsado debió ser usted al reunirse con Roberto Madrazo (entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República) durante la campaña electoral de 2006, y de aceptar la comisión del bicentenario durante el proceso postelectoral de 2006 de manos del Presidente Vicente Fox?
Ingeniero Cárdenas: usted no tiene calidad moral para nada dentro del PRD, pues ha traicionado a éste partido en varias y diversas ocasiones. Usted limítese a ser, como dijo el 28 de marzo de 2004, a ser un simple militante más, y déjenos en paz, que ya suficiente daño le ha causado al PRD. No deshonre a su padre, que el sí fue un nacionalista, no un ambicioso de poder como usted.
El PRD no es su patrimonio. Es patrimonio de todos los mexicanos, de sus militantes, y de quienes queremos un país mejor.
¡Democracia ya, Patria para Todos!
Héctor G. Legorreta