Hola.
Tras mi polémico análisis sobre la campaña de Xóchitl, le entramos ahora si al análisis electoral global de la jornada electoral del pasado domingo 4 de julio. Y la verdad es que, el gran perdedor de ésta jornada electoral, es el PRI y Peña Nieto, algo que los medios de la oligarquía no dicen, pues hacen como que no ven y oyen.
Pero los números no mienten, y la verdad no puede ser oculta. La gente no quiere el regreso del PRI, ni mucho menos quiere a Peña Nieto como Presidente. Lo más interesante de ésto es que no lo digo yo, sino lo dicen los resultados electorales. A continuación presento los resultados y su análisis.
Los resultados estado por estado
En resumen, se ganaron 3 gubernaturas (por cierto, estratégicas y muy importantes para el PRI, pues eran bastiones priístas). Sin embargo, sin hacer un análisis tramposo de los datos, hice una suma de los votos obtenidos por el PRI y aliados (PRI-PVEM-PANAL), contra la suma de los votos de la oposición al PRI (PAN-PRD-PT-Convergencia). En el caso de los votos de otros partidos locales que participaron solos, la verdad es que no supe dónde meterlos, por lo que los metí al “paquete” de votos nulos y candidatos no registrados.
En ése sentido, y ya habiendo aclarado los dos grandes bloques que consideré, los resultados fueron los siguientes:
Ya procesados los datos, cambian dramáticamente con respecto a los resultados oficiales. Uniendo los votos de los partidos opositores, encontramos que, en 7 estados, la oposición le ganó al PRI (obviamente, hay estados en que fueron separados los partidos opositores al PRI), contra 5 estados ganados por éste partido:
En realidad, podemos afirmar, ya leyendo los datos (y lo que sería casi media elección constitucional presidencial) que el partido más golpeado en éste proceso electoral fue el PRI, pese al dinero que desviaron del erario público para ganar la elecciones, a las trampas, a la compra del voto, al uso corporativo de su aparato, y a la utilización de los medios de comunicación a su favor:
El PRI, pese a que cuenta con una votación electoral muy alta, también muestra un gran rechazo, que es mayor (proporcionalmente hablando) a la gente que vota por el PRI. Ésto, dicho de otra forma, se interpreta en el sentido que, siendo las elecciones locales la antesala del 2012 (como estuvieron vociferando los medios oligarcas antes de éste gran tropiezo del PRI), la gente no quiere que el PRI regrese a la Presidencia de la República, y a su vez, no quiere que Peña Nieto gobierne éste país.
Ésa es la gran lección del pasado 4 de julio. En ése sentido, tenemos que definir como partido de Izquierda la estrategia que tenemos que adoptar rumbo al 2012, pues una alianza con el PAN rumbo a la elección presidencial no la vislumbro en el horizonte y, por otra parte, tenemos que saber capitalizar ése gran descontento que existe hacia Peña Nieto y el PRI para impedir que lleguen a Los Pinos y, a su vez, podamos encumbrar el proyecto alternativo que tanto necesita éste país.
Ojalá el descontento generalizado contra el PRI y Peña Nieto aumente en éste país durante los próximos dos años, pues si llegara a la Presidencia, sería la peor catástrofe (después de Anastacio Bustamante, Santa Anna, Porfirio Díaz, Salinas y Calderón) que le podría pasar al país.
Saludos. Dejen comentarios.