CRISOL Número 03, Enero de 2007
La Navidad, todos los años, es esperada con ilusión, ansia y expectación por millones de personas en el mundo occidental, pues representa la esperanza, la paz y la unión entre la gente de los distintos pueblos del mundo. De hecho, yo también, hasta el año pasado, era de ese tipo de personas. Éste año, desafortunadamente, ya no es así.
Lo que representa la Navidad ha perdido significado, no sólo para mí, sino para millones de personas en todo el país. ¿Cómo pensar en la Navidad y sus significados, con la desesperanza y la desunión entre los mexicanos, promovidos por el presidente espurio durante su campaña electoral? ¿Cómo pensar en un mejor 2007, si las alzas a los precios, la radicalización de la política económica neoliberal, la mano dura contra aquellos que disienten con el sistema, la falsedad con la que los medios de comunicación mienten durante sus espacios ‘des’ informativos, el presupuesto de ingresos reduce el pago de impuestos a los ricos (reducción al 28% del ISR) se acentúan, y continuarán enfatizándose durante el sexenio del pelele? ¿Cómo pensar en un mejor año si continuará acentuándose la pobreza, el hambre, la inseguridad pública, el narcotráfico, la inmigración a Estados Unidos, la brecha entre ricos y pobres, la represión, y muchos males del país continuarán aumentando poniendo en riesgo (eso sí) la seguridad y estabilidad nacional?
El 2007 que se nos avecina no será nada placentero. Las políticas neoliberales se endurecerán ahora encarnados en FeCal (como en el pasado se encarnaron en Gustavo Díaz Ordaz, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox), privilegiando los intereses de las grandes y globales empresas transnacionales y de los países con mayor desarrollo a nivel mundial, continuando nuestra inserción a la globalización inequitativamente con respecto a muchos países, poniendo en riesgo el Patrimonio Nacional al vender la industria eléctrica, el petróleo, la seguridad social, la educación pública y el agua, entre muchas cosas, en beneficio de una élite mundial deshumanizada que lo único que busca es obtener el mayor capital no importando la cantidad de gente, regiones y países enteros que deprede, siempre y cuando obtengan la mayor rentabilidad posible.
Aunque FeCal se ha esforzado en ser una pésima copia pirata de Andrés Manuel López Obrador (por ejemplo, al bajarse el 10% de su salario, cuando AMLO había prometido en campaña bajarse el 50% de su sueldo) y ha buscado colgarse de algunas banderas que ha impulsado y defendido durante mucho tiempo Obrador, simplemente no se legitimará (cual es su intención), pues la gente está conciente que el pelele se encuentra usurpando la Presidencia de la República gracias al gran poder económico del cual es amigo y, a su vez, cómplice. Sin embargo, el clamor popular también es muy claro: la derecha y la usurpación no pasará.