Ahora, tras la resolución de la Suprema Corte de Justicia acerca de los matrimonios del mismo sexo, así como de la adopción de éstos mismos, el duopolio Televisa-Azteca ha aprovechado muy bien dicha coyuntura, catapultando a Marcelo Ebrard e, incluso, sorprendiendo con su actitud “crítica” hacia la Iglesia, cosa que no ha hecho por lo menos, durante el gobierno de Calderón (recordemos que abiertamente le estaban dando grandes espacios en ambas televisoras a la Iglesia, bien con un espacio en Hechos de la Tarde, bien con apariciones de sacerdotes en programas de entretenimiento, melodramas o telenovelas, bien fomentando su fe católica con programas como Cada quien su santo o La Rosa de Guadalupe [imágen de la cual, por cierto, tiene Televisa un contrato de exclusividad para la explotación de su imágen con la Iglesia Católica] o bien apoyando símbolos religiosos en las telenovelas como la Virgen de Guadalupe, devoción de los protagonistas a diferentes santos, o bodas religiosas).