Andrés Manuel y sus errores
El título de ésta entrada no es más que una parodia del título de los libros escritos por José Agustín Ortiz Pinchetti y Martí Batres, que se llaman (en ambos casos) Andrés Manuel y sus claves.
El título de ésta entrada no es más que una parodia del título de los libros escritos por José Agustín Ortiz Pinchetti y Martí Batres, que se llaman (en ambos casos) Andrés Manuel y sus claves.
Tal vez ya los tendré hasta el copete con el asunto Xóchitl-Guadarrama, pero es que la verdad es que a todo mundo le da por opinar de la alianza con el PAN en Hidalgo, y nadie sabe ni entiende nuestras razones para apoyar algo así. Han de creer que estamos brincando de gusto por apoyar a Xóchitl. Nada más falso que eso.
He recibido muchos cuestionamientos, tanto virtuales como presenciales, sobre el porqué estoy apoyando la alianza PAN-PRD en Hidalgo, y así mismo porqué apoyo a Xóchitl Gálvez por encima de los candidatos del DIA. Hoy responderé a ciertos cuestionamientos.
Ponencia presentada durante el Congreso Nacional de Investigación Social organizado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), en la mesa “Globalización y Desarrollo Local”, el Jueves 26 de Noviembre de 2009, en el Auditorio “Jesús Murillo Karam” del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHU) de la UAEH, Pachuca de Soto, Hidalgo.
El PRD, obtuvo un fracaso electoral, al caer al 12 por ciento de la votación nacional. Ello representa una severa caída en la representación del PRD en la Cámara de Diputados, que pasará de 127 a sólo 72 diputados, en una legislatura en la que continuará predominando la alianza entre el PAN y un priísmo desbordado.
Gran culpa por la cual estoy en el PRD actualmente, y en donde estoy desde hace 12 años, es de usted. Independientemente de mi ideología marxista, siempre tuve por usted una gran admiración. Mi bisabuelo anduvo hombro a hombro con su padre, el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, e incluso su padre le tenía gran estima a mi bisabuelo. Yo tenía 8 años cuando legítimamente ganó la Presidencia de la República, que usurpó Carlos Salinas de Gortari. Incluso, lo apoyé en 1994 (ya con más consciencia), en 1997 a la Jefatura de Gobierno de mi ciudad, la Ciudad de México, y en la campaña electoral del 2000, pese a estar en contra de su tercer candidatura presidencial.